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Socialmedializándome 2.0

Somos lo que comemos. Somos lo que Pensamos

Siempre se ha dicho que somos lo que comemos y tiene su lógica. Se manifiesta con el paso de los años en nuestro organismo.  Una dieta adecuada y equilibrada que aporte a nuestro organismo grasas, carbohidratos, proteínas y todo lo necesario en su justa medida para una adecuada alimentación, es vital para estar sano y saludable.  Incluso hoy en día se habla de una dieta a nivel genómico con el fin de una correcta alimentación.


Pero no debemos olvidar algo que es tan importante como comer bien. Me refiero a pensar bien, concretamente a acostumbrarnos a tener pensamientos positivos.


Otra cosa que siempre se ha dicho es que “la cara es el espejo del alma” y también es verdad. Si no que se lo pregunten a Paul Eckman (ver ejemplos en este vídeo).La serie de TV “Miénteme” (Lie to Me), está basada en sus descubrimientos, donde el “Dr. Lightman” es capaz de detectar la verdad analizando el rostro, la postura, la voz y el habla de una persona. Desarrolló el Sistema de Codificación Facial de Acciones (FACS) para clasificar todas las expresiones del rostro humano.


Si nada más levantarnos de la cama pensamos algo como “qué mal ambiente en la oficina, no puedo más”, “otra vez tengo que ver a ese cliente antipático”, etc, con estos pensamientos día tras día en nuestra cabeza es imposible poder llegar a ser optimistas y tener un día esperanzador.


Previendo que todo va a ser malo, nuestra energía se ve reducida a nada y dejamos de tener confianza en nosotros mismos. Empezaremos a sentir ansiedad porque todo lo que tenemos por delante ese día es negativo, y lo que es peor, nuestra capacidad de trabajo real estará bajo mínimos, no rendiremos.


Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, estos pensamientos negativos nos vienen inducidos por otras personas que ven la vida de ese modo. Tanto si son pensamientos propios, como si son inducidos por alguien de nuestro entorno, hay que cortarlos de raíz. Tenemos que huir de esas personas “tóxicas” que lo único que nos aportan es más ansiedad y negatividad.


Debemos esforzarnos en apartar de nosotros esos pensamientos y a esas personas tóxicas y cambiarlos por otros positivos y más realistas. Esto generará confianza, otro estado anímico que nos ayudará a sentir menos ansiedad y estrés.


Pensar es algo que hacemos constantemente, como respirar. La parte positiva de pensar es que podemos canalizar estos pensamientos y controlarlos. Los pensamientos pesimistas pueden lograr paralizarnos y hacernos pensar que somos incapaces de conseguir ciertos logros.


Estos pensamientos también logran afectar a nuestros hijos y a nuestras parejas cuando les decimos “tú no sabes hacer eso” “eres un inútil” “todo lo haces mal”…


Nuestros pensamientos producen realidades que pueden afectarnos, no sólo a nosotros mismos, sino a nuestro entorno familiar y profesional. Pensando bien, tienes muchas más probabilidades de que el resultado sea positivo. Trabajemos las emociones.


Los sentimientos vienen por el pensamiento y el pensamiento es una forma de transformación, lo que pensamos eso somos, tanto si piensa que puedes o que no puedes,  tienes razón, porque eso es el principio de las decisiones que iras tomando y determinando tu realidad, tu vida.


¿Realmente creéis que nuestro entorno (privado y profesional) no nota nuestro estado de ánimo?. Claro que lo nota, y les influye.


¿Va a atenderte igual un cliente que está viendo delante de él a una persona firme, optimista, resolutiva, seguro de sí misma, que si te ve desmotivado, falto de confianza, negativo?, pues claro que no. Eso se ve aunque no lo digamos.
El investigador Albert Mehrabian descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos. El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales.


Este investigador, Albert Mehrabian, afirma que en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y más del 65% es comunicación no verbal.


Las actitudes no verbales pueden darnos unas buenas pistas a la hora de saber qué actitud tienen  nuestros interlocutores en muchas conversaciones y reuniones.


Aprender a controlar nuestros pensamientos negativos y convertirlos en pensamientos positivos, es un trabajo diario pues los malos pensamientos están ahí donde se les deja entrar. Controla tu toxicidad como persona, sé positivo, llegarás más lejos.

Don’t worry, be happy...!

2 comentarios

Francisco Ratia -

Disculpa que conteste así Aurora, parece ser que hay problemas para contestar directamente.
Así es Aurora.
Cualquier comportamiento cercano en nuestro entorno se tiende a imitar, más aún cuando hablamos de sensaciones y sentimientos.
Debemos procurar contagiarnos y contagiar positivismo, buen humor. El punto de vista siempre es diferente con una mente receptiva, abierta y positiva.
Por lo que a mi se refiere, lo intento cada día. No debemos bajar la guardia pues, cuando menos te lo esperas, es fácil que se cuele algún punto de vista negativo.
Debemos ser permeables a lo positivo e impermeables a lo negativo, críticos para superarnos pero no derrotistas.
Es cuestión de llegar a una determinación personal firme para ver la botella medio llena y aprender siempre de nuestros errores. Para poder mejorar hay que equivocarse en algún momento, y eso es positivo.
Un abrazo

Aurora Núñez -

Como siempre...los subscribo....somos observación e imitación y por eso es muy importante rodearnos de referentes...y por supuesto todos positivos...(ni que decir que tú eres uno de ellos)