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Socialmedializándome 2.0

Si fueras un perro, no te gustarían las Redes Sociales

Las Reglas del Juego han cambiado. Esto ya no es lo que era...

Internet y las nuevas tecnologías han sacudido el concepto de comunicación y la forma de relacionarnos y compartir experiencias.

Al contrario de lo que algunos piensan, las redes sociales han abierto una puerta a muchas personas a la hora de relacionarse y de obtener información. Lo que para algunos puede parecer falta de comunicación, para otros ha sido la oportunidad de poderse relacionar. No es que estén supliendo a la manera tradicional de comunicación, es que es otra tipo de comunicación totalmente complementario al tradicional.

El poder que tenían las marcas en cuanto a sus afirmaciones, consejos, etc., ya no está en sus manos. No solo en cuanto a lo que ellas nos dicen que son,  sino lo que pensamos de ellas. Su reputación está en nuestras manos, y ellas lo saben. De poco sirven los mensajes publicitarios atractivos en los que las marcas nos explican las excelencias de sus productos. Desde que apareció la Web 2.0, son las experiencias de otros usuarios lo que tiene valor de cara al consumidor, lo que manda y eso es bueno para todos.

Hace poco escribí sobre la tendencia que estaban adquiriendo las Redes Sociales desde el punto de vista usuario/marca, se estaban despersonalizando.

Inundados por un mar de números, seguidores, ratios, kpi’s, herramientas, etc., podemos estar olvidando el motivo real por el cual aparecieron las redes sociales, relacionarnos unos con otros. Es fácil caer en la despersonalización y ver sólo números y porcentajes donde realmente hay personas. Personas que piensan, que razonan, que opinan, que de las marcas buscan experiencias que les marquen, que les haga sentirse bien, experiencias positivas en definitiva.

 

Si analizamos el título de este post, veremos que es así, a los perros no les hacen falta las redes sociales, se relacionan abiertamente. Sólo tenemos que observarlos.

Los que tenemos la suerte de disfrutar de la compañía de estos animales, conocemos la facilidad con la que llegan a relacionarse cuando los paseamos. Se miran, se huelen y se caen bien o no. Si se caen bien los verás corriendo de un lado a otro, jugando, tocándose, provocándose, sin ningún tipo de problema. Se relacionan, se sienten bien y punto.

Si no se caen bien no hay vuelta atrás, su comunicación es rápida y tajante.

En cualquier caso, ellos no necesitan nada más que relacionarse, sin florituras, sin ningún tipo de artificio que le pueda manipular.

Los humanos tenemos la suerte de poder utilizar muchos más recursos que los perros para comunicarnos y relacionarnos. Pero muchas veces se nos olvida el fin y nos quedamos en el medio que utilizamos.

Por supuesto que, como marcas, tenemos que monitorizar, medir, interactuar, etc., nuestros resultados dependen de ello, pero seguro que podemos ir más allá, dar una vuelta de tuerca e interesarnos, de verdad, en lo que necesitan nuestros clientes/usuarios/seguidores, en sus experiencias, en llegar más a la persona que a la comunidad.

Claro que es difícil, nadie ha dicho que esto fuera fácil, pero para eso estamos aquí, para pensar cómo podemos llegar mejor a los clientes/usuarios/seguidores, para utilizar mejor nuestros recursos, para conseguir que contactar con nuestras marcas sea agradable, positivo y se conviertan en prescriptores.

Vale la pena detenerse un poquitín para reflexionar sobre ello. Seguro que si lo conseguimos, los resultados serán mejores.

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